SIMPOSIO 2025 - 2026
Dos son los ejes temáticos que atravesarán este proyecto: reconocer la importancia de la obra y pensamiento de Gaudí en nuestro contexto latinoamericano, junto con la generación de reflexiones para su posible aplicación, y hacer un recorrido espiritual que ayude a profundizar en su persona y propuesta creativa.
La importancia de Gaudí en Latinoamérica y en el mundo
No es ningún secreto la incorporación de elementos naturales en la arquitectura vernácula latinoamericana prehispánica, desde las casas arbóreas del Orinoco, las construcciones mazorcales incáicas, las torres funerarias, los Putucos o las viviendas Huancas peruanas, la cabaña maya, las casas tradicionales Misak colombianas, la arquitectura de refugios y casas Guaraníes en Paraguay, las chozas y tipies del norte de México, las Malocas brasileñas, las Rucas Araucanas chilenas etc… hasta llegar al siglo XX, con la arquitectura orgánica de Rogelio Salmona u Octavio Mendoza en Colombia, la propia de Juan O’Gorman o la arquitectura cavernosa de Carlos Lazo, así como las abstracciones formales de Candela o las ensoñaciones orgánicas de Senosiain en México, o el parque de la identidad Wanka en Perú, la arquitectura naturalista de Marco Aresta en Argentina, Oscar Niemeyer y Burle Marx en Brasil, etc… por citar algunos ejemplos de tantos otros que existen.
¿Qué tienen en común todas estas arquitecturas junto con la de Gaudí? Existen 4 puntos fundamentales, de los que, uno de ellos se rompe en algunos ejemplos del siglo XX, no obstante, los otros se conservan: el primero sería la incorporación de elementos naturales, la observación de la naturaleza y de sus cualidades para la aplicación puntual de estos saberes evolutivos en la arquitectura; la segunda, es la mancuerna intrínseca entre la parte artesanal y la arquitectónica, tanto Gaudí, cómo todos los ejemplos mencionados, son partícipes de una incorporación de los elementos artesanales que nos generan una experiencia poéticamente enraizante en las técnicas ancestrales que nos permiten vivir y rememorar día a día la belleza de lo que alguna vez se abstrajo de la misma naturaleza, es una tautología de la vivienda natural; en tercer lugar, la colaboración comunitaria, es una cuestión indivisible en todas las arquitecturas, ya sea, desde la familia, hasta el pueblo, siempre existe una participación empoderante y amable con los anhelos y deseos de las personas que disfrutan del resultado; por último en cuarto lugar, una arquitectura (y es aquí donde no entran algunos del siglo XX) que no genera residuos, la “basura” es una creación humana y un error de diseño, ya que la naturaleza, en su sabiduría evolutiva de millones de años, no genera basura, ese concepto, naturalmente, es inexistente, así pues la arquitectura vernácula, se vale de los mismos elementos naturales para poder generar elementos que no generan desperdicio, ya que estos mismos son partes del paisaje o de otro elemento, así como Gaudí reutilizaba las cerámicas quebradas, usaba las rocas crudas en recubrimientos, columnas y viaductos.
Preguntar por la pertinencia y actualidad de Gaudí en un contexto como el latinoamericano y, particularmente, el mexicano, radica principalmente en descubrir en sus obras, procesos creativos, proyectivos y de construcción, un cuidado por lo natural y orgánico, producto de la observación y el estudio con minucia de la estructura interna y funcionamiento de las cosas, expresado a través del uso de diversos recursos del contexto de su época en diálogo con la tradición e, incluso, con materiales y soluciones menos ortodoxas, vinculadas más con el ámbito artesanal. Con esa visión estructural, de color, forma y estructura interna de la naturaleza, un autor como Gaudí logró concebir una nueva manera de edificar en su época y contexto. Si en Latinoamerica miráramos de manera más detenida ese talante constructivo, lograríamos humanizar muchos de los procesos arquitectónicos y generaríamos construcciones más sustentables y sostenibles (v.g. Escuelas provisionales de la Sagrada Familia, Hospital psiquiátrico de Sant Boi, Xallet de Catllaras, Ático de la casa Milá, etc.).
Así, los recursos arquitectónicos generados por “el arquitecto de Dios”, son elementos que no solo tomaron en cuenta elementos que en la arquitectura vernácula son esenciales, sino que también se adelantaron a su época, directrices esenciales para comprender la arquitectura contemporánea denominada “arquitectura paramétrica” en la que, como dijo Norman Foster, “los métodos de Gaudí, un siglo después, siguen siendo revolucionarios”. Es por estos motivos que Gaudí sigue siendo relevante en la actualidad, ya que nos regala una veta armónica con el medioambiente, el paisaje, destruido, por cierto, por la interminable reproducción de torres y construcciones que arruinan el exterior y, que a su vez buscan mostrar como paisaje desde su interior. No existe tal cosa como la armonía habitable y visual en esta contemporaneidad, está raptada por la falta de entendimiento de la naturaleza y el medio ambiente. Las soluciones a las que podemos llegar a través de entender la naturaleza como Gaudí la entendió, son ese agente de cambio que la sociedad necesita tan desesperadamente, por eso decimos que, su arquitectura podría ser el catalizador para aprender a ver la naturaleza, la artesanía, la colaboración social, con un lente distinto al que se ha generado en la actualidad.
Tenemos que ser originales y volver al origen de las cosas (parafraseando a Gaudí), tenemos que volver a esos 4 puntos ya mencionados para poder avanzar, siempre con la directriz clara de la evolución natural como guía. No se trata de eficientizar los recursos, sino que, como decía Gaudí, “Para hacer las cosas bien es necesario: primero, el amor; segundo, la técnica”.
Volver al origen que damos por sentado y emplear las cosas propias de nuestro tiempo, es decir, saber aprovechar la ocasión y sus recursos, son los elementos clave para considerar pertinente y actual al arquitecto Gaudí en un contexto de urgencia por proyectos sustentables y coherentes a lo que sucede en cada lugar y cultura.
Recorrido espiritual por la obra de Gaudí
Destacar la genialidad con la fue capaz de plasmar una riquísima simbología en todas sus obras en el ámbito sacro y civil, una poesía hecha piedra, rica y variada en sus formas y colorido, desarrollando una arquitectura orgánica novedosa en sus formas alabeadas, con el uso de la catenaria y las superficies regladas como el paraboloide y el hiperboloide, consiguiendo un antes y un después de su legado que supera el movimiento modernista o de Art Noveau al que corresponde su época, y que sintetiza de manera magistral las diferentes corrientes arquitectónicas del pasado superando el gótico con el uso de dichas nuevas geometrías de las que otros arquitectos que vinieron después hicieron uso.
Gaudí es un gran maestro en el plasmar la simbología alegórica tanto de temas mitológicos como de temática sacra, tanto en los edificios civiles como religiosos. Prueba de ello es la referencia al poema de L’Atlántida con el jardín de las hespérides en la Finca Güell y la cruz de 4 brazos, axis mundi y referencia con la que corona varios de sus edificios.
Por todo ello, dado a que consideramos a Gaudí como un arquitecto único y transcendente que merece la pena ser conocido y profundizado tanto por su obra, como su vida y sus valores que le forjaron como persona y artista.
Postulamos la organización de unas Jornadas de conferencias, exposiciones y talleres sobre Gaudí para el año 2025-26 que conmemore a dicho arquitecto, uniéndose a las celebraciones que se realizaran en Barcelona y Rancagua.